En este día recordaremos a una persona cuyas cualidades son de
reconocer ya que dentro de su vida ha tenido una gran pasión por la oración
pues es aquí que encontraba refugio de los malos pensamientos, sin dejar de
lado que luchaba para obtener la perfección en su vida y lo que lo distinguía
era sus conocimientos considerándolos esenciales para mantener su mente limpia y la
soberanía moral de la carne.
Siendo
hoy veinte de noviembre celebraremos la onomástica de San Gregorio el cual se
ordenó como Monge decidiendo entrega su alma a Dios combatiendo hasta la extenuación
por la defensa del culto de las sagradas imágenes, además de que se
conoce que todos los que llegaban a consultarle que por que daba ese empeño en
esas virtudes que lo caracterizaban el les contestaba con las palabras de San
Pablo: “Todos los deportistas se entrenan con mucha disciplina. Ellos lo hacen
para obtener un premio que se echa a perder; nosotros, en cambio, por uno que
dura para siempre”.