Septiembre cinco, en este día
hablaremos y recordaremos a alguien que fue uno de los siete diáconos que fue martirizado en una parrilla después
de que el Papa Sixto II fuera martirizado
el 10 de agosto de 258 dando como origen de este suceso en Roma y cuyo
nombre es San Lorenzo. Para lo cual podemos decir y que algunos de los sucesos
que dan relevancia quedaron perdidos en tiempos de la
época de Agustín de Hipona, quien en uno de sus sermones acerca del santo (Sermo.
302, de Santo Laurent) admitió que su narración no provenía de recitar las
Actas del Santo (como solía hacer Agustín en sus sermones) sino de la tradición
oral. Esa tradición sitúa el nacimiento de Lorenzo de Roma en Huesca, en la
Hispania Tarraconenses, aunque también podría ser originario de Valencia, donde
sus padres habrían residido un corto espacio de tiempo, viniendo a nacer el
santo en esta ciudad.
Además como ya se mencionó en tiempos del Papa Sixto II se
ordenó diácono y por su labor del
cuidado de los pobres y de administrar los bienes de la iglesia así que por ese
desempeño es el primer archivista y tesorero de la misma por lo cual es llamado
el patrón de los bibliotecarios. Para finalizar podemos mencionar que Lorenzo
es uno de los santos más ampliamente venerados por la Iglesia Católica Romana.
La representación más común del Santo es como un joven, imberbe (señal de esa
juventud) y con tonsura clerical, de pie, con sus símbolos propios en las
manos. Viste alba, y sobre ella la dalmática, prenda propia del diácono. Como
atributo general lleva la palma de mártir, y su atributo particular propio es
la parrilla, instrumento de su martirio. Su martirio ocurrió muy temprano en la
historia de la Iglesia, por lo cual muchas otras tradiciones cristianas lo
honran también.