La onomástica que hoy veintidós de septiembre recordaremos es la
del buen San Jonás, nombre que deriva del
hebreo y cuyo significado es palomo y al igual que otros nombres bíblicos
se ha extendido entre nosotros, algunos de los sucesos por los cuales hoy nos
ponemos a recordar este santo son por que fue al igual que otros seres
reconocidos mártir, ya que dio su vida por defender su fe en tiempos del rey
Sapor el cual inició la persecución de
los cristianos, pero sin duda fue la caridad cristiana la cual le valió el martirio.
Para hondearen sus datos biográficos sería un poco complicado ya
que no se sabe mucho acerca de su vida pero lo que podemos rescatar es su
humanidad ya que al momento de que se enteró
que algunos cristianos en la ciudad de
Hubahan se encontraban en las cárceles
sufriendo todo tipo de torturas para renunciar a su fe y por fin siendo asesinados,
por lo cual San Jonás se dirigió a las
cárceles para dar consuelo y confort a
los presos, hasta que un día siendo acusados él y su hermano por los mismos
carceleros ante los magistrados fueron mandados a prisión y hasta que
renunciaran a su fe pero viendo que era
imposible a San Jonás lo condenaron a
ser aserrado en varios trozos y fue arrojado a una cisterna.