domingo, 28 de septiembre de 2014

Aprender de la Experiencia


¡Aprendamos de la experiencia!

El día de hoy el Papa Francisco nos habla de la importancia entre los jóvenes y los ancianos, es bueno convivir con ellos y que a su vez sean parte de nuestras vidas ya que los ancianos gracias a su experiencia podemos aprender y conocer mucho de ellos. 

Además, son sabios sus concejos y en lo general nunca fallan, así mismo el papa mediante las palabras de María, nos dice que debemos visitar, ayudar y aprender de los parientes que son ancianos, ellos han estado y seguirán estando con nosotros para lo que necesitemos. 

Un ejemplo es con los abuelos, la mayoría de ellos cuidan a sus nietos, incluso a veces son más pacientes  que los mismos padres. 

Lamentablemente en nuestros días los jóvenes han decidido olvidarlos y no hacerles caso por su edad respectivamente o porque pensamos que no pueden servir de gran ayuda, pero cuando nos damos cuenta de ello, a veces son la mejor opción para pedir un favor o un concejo.  Más que los propios padres.


Hay que aprender de la experiencia, para no cometer los mismos errores que ellos ya cometieron, y como nos dice María en la homilía "los jóvenes dan la fuerza para hacer avanzar al pueblo, y los ancianos robustecen esta fuerza con la memoria y la sabiduría popular".

 

Homilía Papal



Queridos hermanos:
     El Evangelio que acabamos de escuchar, lo acogemos hoy como el Evangelio del encuentro entre los jóvenes y los ancianos: un encuentro lleno de gozo, de fe y de esperanza.
María es joven, muy joven. Isabel es anciana, pero en ella se ha manifestado la misericordia de Dios, y, junto a con su esposo Zacarías, está en espera de un hijo desde hace seis meses.

     También en esta ocasión, María nos muestra el camino: ir a visitar a la anciana pariente, para estar con ella, ciertamente para ayudarla, pero también y sobre todo para aprender de ella, que ya es mayor, una sabiduría de vida.La Primera Lectura recuerda de varios modos el cuarto mandamiento: Honra a tu padre y a tu madre: así se prolongarán tus días en la tierra, que el Señor, tu Dios, te va a dar (Ex 20,12). No hay futuro para el pueblo sin este encuentro entre generaciones, sin que los niños reciban con gratitud el testigo de la vida por parte de los padres. Y, en esta gratitud a quien te ha transmitido la vida, hay también un agradecimiento al Padre que está en los cielos.

     Hay a veces generaciones de jóvenes que, por complejas razones históricas y culturales, viven más intensamente la necesidad de independizarse de sus padres, casi de «liberarse» del legado de la generación anterior. Es como un momento de adolescencia rebelde. Pero, si después no se recupera el encuentro, si no se logra un nuevo equilibrio fecundo entre las generaciones, se llega a un grave empobrecimiento del pueblo, y la libertad que prevalece en la sociedad es una falsa libertad, que casi siempre se convierte en autoritarismo.

     El mismo mensaje nos llega de la exhortación del apóstol Pablo dirigida a Timoteo y, a través de él, a la comunidad cristiana. Jesús no abolió la ley de la familia y la transición entre las generaciones, sino que la llevó a su plenitud. El Señor ha formado una nueva familia, en la que, por encima de los lazos de sangre, prevalece la relación con él y el cumplir la voluntad de Dios Padre. Pero el amor por Jesús y por el Padre eleva el amor a los padres, hermanos y abuelos, renueva las relaciones familiares con la savia del Evangelio y del Espíritu Santo. Y así, san Pablo recomienda a Timoteo, que es Pastor, y por tanto padre de la comunidad, que se respete a los ancianos y a los familiares, y exhorta a que se haga con actitud filial: al anciano como un padre, a las ancianas como a madres (cf. 1 Tm 5,1). El jefe de la comunidad no está exento de esta voluntad de Dios, sino que, por el contrario, la caridad de Cristo le insta a hacerlo con un amor más grande. Como la Virgen María, que aun habiéndose convertido en la Madre del Mesías, se siente impulsada por el amor de Dios, que en ella se está encarnando, a ir de prisa hacia su anciana pariente.

     Volvamos, pues, a este icono lleno de alegría y de esperanza, lleno de fe, lleno de caridad. Podemos pensar que la Virgen María, estando en la casa de Isabel, habrá oído rezar a ella y a su esposo Zacarías con las palabras del Salmo Responsorial de hoy: Tú, Dios mío, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor, desde mi juventud... No me rechaces ahora en la vejez, me van faltando las fuerzas, no me abandones... Ahora, en la vejez y en las canas, no me abandones, Dios mío, hasta que describa tu poder, tus hazañas a la nueva generación (Sal 70,9.5.18). La joven María escuchaba, y lo guardaba todo en su corazón. La sabiduría de Isabel y Zacarías ha enriquecido su ánimo joven; no eran expertos en maternidad y paternidad, porque también para ellos era el primer embarazo, pero eran expertos de la fe, expertos en Dios, expertos en esa esperanza que de él proviene: esto es lo que necesita el mundo en todos los tiempos. María supo escuchar a aquellos padres ancianos y llenos de asombro, hizo acopio de su sabiduría, y ésta fue de gran valor para ella en su camino como mujer, esposa y madre.

      Así, la Virgen María nos muestra el camino: el camino del encuentro entre jóvenes y ancianos. El futuro de un pueblo supone necesariamente este encuentro: los jóvenes dan la fuerza para hacer avanzar al pueblo, y los ancianos robustecen esta fuerza con la memoria y la sabiduría popular.



Santa Atenea



    Las panateneas eran fiestas que se realizaban en el Partenón, en las cuales se llevaban a cabo concursos  de poesía de teatro, así como de todo lo que encerraba la manifestación de las artes, estas fiestas estaban dirigidas a una de las diosas con gran importancia para los atenienses, la cual representa la inteligencia, de la mesura y de la paz así como uno de sus posibles significados de este nombre puede serla no sometida a un marido. En un apartado de curiosidad podemos mencionar que esta diosa ha sido representada como un homenaje dentro de algunas series de anime como lo son los caballeros del zodíaco en la cual es encarnada en la princesa Saori y es la que está como encargada de resguardar la paz en la tierra.
 
     Hoy veintiocho de septiembre recordaremos a alguien que más allá de ser una persona religiosa es considerada por su sabiduría y por la paz que les transmite a sus seguidores ya que hablamos de Santa Atenea  la cual aunque no se conoce su vida religiosa se considera como una de las grandes fuentes de paz y tranquilidad y aunque se desconoce por nuestra parte si en la actualidad existan personas con este nombre hoy en este día celebramos su onomástica.